En el estado de Guerrero, existe un México que ha sido ignorado a lo largo de la historia: una comunidad que ha permanecido en la penumbra hasta tiempos recientes. Esta comunidad, a la que los antropólogos se refieren como la tercera raíz, no fue reconocida por el gobierno sino hasta 1992, casi 500 años después de la llegada de los africanos a las costas mexicanas. Los afrodescendientes, como se les conoce, son una parte esencial de la rica diversidad cultural de México; sin embargo, su legado ha sido marginado y oculto bajo el manto de la invisibilidad y la discriminación. Situaciones que siguen vigentes hasta la fecha, como lo expresa la primera alcaldesa afrodescendiente del nuevo municipio de San Nicolás, Tania Ávila Magadán, quien afirma: "Estamos olvidados". Es lamentable constatar cómo los medios de comunicación nacionales no han cubierto la noticia o realizado un reportaje sobre la primera alcaldesa afrodescendiente en México. 
A través de este proyecto fotográfico, mi objetivo es visibilizar la existencia de los afrodescendientes en Guerrero y crear conciencia sobre su contribución a la identidad nacional. Es hora de reconocer su presencia avanzar hacia una sociedad más inclusiva y justa.